La importancia de cuidarse para poder cuidar
Encuentra en el mindfulness la solución al estrés que te provoca la crianza y mejora la relación que tienes con tus hijos
Te regalo esta Masterclass sobre “Cómo mantener la paciencia cuando asoma el mal rollo con tus hijos” donde descubrirás que puedes lidiar con ellos y con las situaciones tensas sin necesidad de crisparte.
Una vez aprendas esto, la relación con tus hijos pasará de “hoy me tienen hasta el mismísimo Riqui Martin” a “qué suerte tengo de poder gestionar este marrón desde la calma”.
Al final de la clase, te acompaño en una breve meditación para romper el hielo con esta práctica.
¿Te animas?
¿Sabes esa sensación cuando algún día se te pegan las sábanas que de repente te despiertas y… “¡Ay, Dios mío! ¡Que son las 8! ¡Llego tarde!”…?
Empezar el día con el tiempo en contra es una putada.
Pero cuando eres madre te das cuenta de que esa sensación puede llegar a hacerse crónica, y no te hacen falta ni siquiera las sábanas en la ecuación.
Hay tantas cosas por hacer, tantas que tener en cuenta, que vas atropellada día sí y día también.
Y a eso súmale criar de forma respetuosa a tus hijos.
Santa paciencia
Aunque intentas tomarte el día a día con filosofía y ser lo más parecido a un monje budista, la realidad es otra muy distinta.
Pero es que encima se te junta todo:
- El niño tarda demasiado en desayunar.
- Hay atascazo en la puerta del cole (para variar).
- Se te pone un dolor de cabeza de aupa.
- Te llaman los de la compañía de teléfono por 5436 vez.
- Recoges al niño y hoy está especialmente preguntón.
- Tienes todo por hacer en casa.
- Al niño no le da la gana de recoger los juguetes y, además, te da la cena.
- Le acabas dando un grito (o dos) y ambos os lleváis un sofocón.
- Te vas a la cama con una culpa terrible por no saber cómo mejorar esa situación.
“¡Parece que lo hace aposta!”, te dices enfadada.
Muy a tu pesar, la mayoría de los días tus nervios te están a flor de piel y no pasas ni una. Te desbordas.
Y te cuesta la misma vida llegar a ese ideal de madre modelo, asertiva, respetuosa, calmada y tolerante.
“Joder, ¿soy yo o es imposible cumplir con ese estándar?”.
Es normal que te sientas así. La culpabilidad viene en el pack del rol de madre, aunque nadie te advirtiera de ello en su momento.
Piensas que podrías haberlo hecho mejor (de forma continua y martilleante en tu cabeza) y no sabes cómo quitarte ese peso de encima.
Y ahora dime…
¿Cuántos de estos pensamientos se te pasan por la cabeza a menudo?
- “He perdido los nervios. Otra vez”.
- “No puedo más”.
- “No me hago con él”.
- “Lo que hago no funciona”.
- “Podría hacerlo mejor, pero no sé cómo”.
- “Este niño puede conmigo y me saca de mis casillas”.
¿Has hecho “check” en 1, 2, 3… o en todos ellos?
Amiga, tengo algo que contarte:
La meditación es la pieza del puzzle que te falta
Porque te aporta paz y conexión contigo misma, y desde ahí es mucho más llevadero maternar
Si hay algo que el mindfulness hace por ti es ayudar a comprenderte, a observarte y a vivir en el momento presente.
Y si hay algo que la meditación ha hecho por mí con respecto a la relación con mis hijos es precisamente eso, conocerme muchísimo mejor y estar con ellos PRESENTE. Es decir, que no solo está mi cuerpo, sino que también está mi mente.
La meditación me ayuda a seguir más conectada con mi sentir y mis ganas de ayudar a mis hijos, de conocerles más y de acompañarles más y mejor.
¿Que quien soy yo?
Ahora mismo te cuento:
¡Hola! Soy Raquel Torres, coach familiar especializada en Mindfulness y a través de mi programa Mamá Disfrutona acompaño a madres a que tengan más paciencia con sus hijos para que su relación sea extraordinaria
El mindfulness me cambió la vida e hizo que la pusiera boca abajo
Empecé por darme cuenta de que el trabajo en el que llevaba más de 8 años no me hacía feliz, que lo había elegido por tener a mi padre contento y por tener una imagen valorada por los demás.
Pero no era para mí.
Y desde que hice esto consciente, me di cuenta de cuanto había sacrificado en pos de complacer al resto.
¡Había antepuesto ese estilo de vida por encima de la relación con mis hijos!
Qué locura, lo pienso ahora y me pongo mala.
El estrés que tenía en el trabajo me lo llevaba a casa y, de por sí que les veía poco y mal, el rato que estaba con ellos lo pasábamos batallando.
Así que ahí supe que quería dejar de ser cómplice de mi propia culpa, que si la relación con mis hijos no era la mejor, era porque yo no había puesto todo de mi parte.
Cambié de actividad laboral, sí, pero eso es una ínfima parte comparado con cómo cambié con ellos desde que me paré a analizar mis conductas.
Cuando te das cuenta de algo que no querías ver tras haberte repetido una y mil veces…
- “Ya se le pasará”.
- “Es solo una etapa más”.
- “Voy a buscar la solución en internet”.
- “Será que está en la edad del pavo…”.
Ves con claridad que necesitas ayuda y dejas sitio para esta reflexión:
“Acepto que la crianza se me escapa y me desborda, seguro que hay personas que pueden ayudarme con esto y mi hijo será el principal beneficiado.”
Y ahora si, empiezas a ver la situación con la madurez necesaria.
Porque no eres la mamá perfecta, ni falta que hace.
Las conductas de los hijos van muchas veces a ponerte entre las cuerdas, y no es tan fácil mantener la calma.
Pero sí eres responsable de poder modificar el estado en que te encuentras cuando eso ocurra, y eso implica estar muy conectada contigo y con tu libertad de elegir.
Si no hubiese sido por la meditación, habría perdido los papeles muchas veces más con mis hijos.
Por eso puedo decir que el mindfulness me ha dado una visión clara de lo que los niños son en esencia, sin juicios y sin expectativas dañinas.
Y eso me permite aceptarlos y darles ese amor incondicional que tanto necesitan.
El mindfulness te ayuda a pasar de ‘reaccionar’ a ‘responder’
con todos los beneficios que eso conlleva
La meditación es una herramienta extremadamente poderosa que te ayuda en todas las áreas de tu vida, incluyendo en la relación con tus hijos.
¿Por qué?
Porque es la puerta que te conecta con tu centro y eso es lo que te permite tomar distancia en los momentos en los que tu niña herida se activa o cuando aparece la ira y el enfado por situaciones cotidianas.
Te ayuda a actuar desde la mujer adulta que eres, siendo más asertiva y dejando de hacerlo de una forma automatizada e inconsciente.
Y eso, inevitablemente, te lleva a crear un vínculo mucho más puro con tus hijos.
¿Y cómo puedes empezar a practicar el mindfulness para beneficiarte de todo esto?
Fácil:
Deja aquí tus datos y descarga esta Masterclass sobre “Cómo mantener la paciencia cuando asoma el mal rollo con tus hijos” donde te hablo de la paciencia como piedra angular para estrechar el lazo con tus hijos.
Al final, te acompaño en una breve meditación para que vayas reconectando contigo misma.
Esta será una primera toma de contacto con la mamá disfrutona que vive dentro de ti.
¿Te animas?
Te espero en mi Club de mamás disfrutonas para contarte más sobre cómo puedo ayudarte a recuperar el buen rollo con tus hijos a través del mindfulness
Accederás a él una vez te descargues la masterclass gratuita sobre la paciencia.
Pero mientras tanto…
¿Crees que puedo aportar valor a tu comunidad?
- ¿Tienes una audiencia interesada en la crianza positiva?
- ¿Te interesa esta técnica y quieres que te dé más detalles en tu podcast o en tu canal de YouTube?
- ¿Consideras que soy la persona ideal para contarle a tu comunidad los beneficios de la meditación en cuanto a la relación con los hijos?
¡Sólo tienes que pedírmelo!
Y si quieres consultarme alguna duda o contactar conmigo de forma urgente, aquí te dejo mi email.
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